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El Ojo del Ciclón: Un Espacio para la Creación y la Reflexión

Desde sus inicios, El Ojo del Ciclón ha sido un faro de creatividad, un refugio donde las artes se desbordan y la magia se vuelve tangible. En sus muros han resonado exposiciones, performances, intervenciones urbanas y eventos interdisciplinarios que han marcado un antes y un después en la escena artística de Cuba. Este espacio se ha consolidado como un referente del arte experimental, un lugar donde el espíritu inquieto de D’Lázaro se fusiona con las inquietudes de otros artistas, creando un crisol de ideas y emociones.

 Aquí, se entrelazan disciplinas como la pintura, la escultura, la danza, la música, el cine y la literatura, creando un entorno único de exploración y reflexión.

Es un lugar donde se construye comunidad, donde el arte no solo se expone, sino que se vive, se comparte y se transforma, en un constante flujo de energía creativa que invita a todos a ser parte del proceso.

Filosofía e Ideología

Arte como arqueología contemporánea

 La obra de D’Lázaro y las exposiciones presentadas en el espacio buscan rescatar objetos y memorias, transformándolos en piezas que desafían la percepción del espectador.

Diálogo e interacción

El Ojo del Ciclón no es un espacio pasivo; aquí, el público se convierte en parte activa de la experiencia artística. Talleres, charlas y performances permiten un intercambio constante de ideas.

Fusión de artes y culturas

Además de artes visuales, el espacio incorpora danza, música, literatura y otras formas de expresión. Se imparten clases de tango y flamenco, y se organizan noches de milonga y otras actividades que amplían la experiencia artística.

El Ojo del Ciclón en imágenes

Arte en el Corazón de la Comunidad

El Ojo del Ciclón no es solo un espacio de arte, sino un punto de encuentro donde el barrio y la creatividad se entrelazan. Desde su fundación, este lugar ha funcionado como un puente entre el arte contemporáneo y la vida cotidiana de la comunidad, convirtiéndose en un refugio para la experimentación y el diálogo cultural.

Este espacio a sido un catalizador de intercambio y participación, donde vecinos, artistas y visitantes conviven en un ambiente de creación colectiva. Sus puertas siempre abiertas han permitido que el arte se acerque a quienes transitan sus calles, integrando a la comunidad en sus procesos y actividades.

El Ojo del Ciclón es un latido del barrio, un espacio donde lo cotidiano se transforma en expresión artística, y donde el arte, lejos de ser un ente distante, se convierte en parte viva de la identidad local.

El Tango: Un Diálogo Entre Pasión y Arte

El tango, con su intensidad y profundidad emocional, ha encontrado en El Ojo del Ciclón un espacio para expandir sus fronteras más allá de la danza y la música. Este emblemático lugar en La Habana Vieja no solo ha acogido presentaciones y encuentros de tango, sino que también ha integrado su esencia en la exploración artística y la creación visual.

Al igual que el tango, El Ojo del Ciclón es un territorio de contrastes: lo clásico y lo experimental, lo íntimo y lo universal, lo improvisado y lo cuidadosamente construido. En este espacio, el tango no es solo un baile o una melodía, sino una metáfora del movimiento del tiempo, de la memoria y de las historias que se cruzan en cada compás.

Más que un género musical, el tango en El Ojo del Ciclón es un lenguaje compartido, un puente entre culturas y un testimonio de que el arte, en todas sus formas, puede encontrar un hogar donde la pasión y la creatividad se entrelazan .